En invierno, algunos usuarios finales almacenan pegatinas en almacenes sin calefacción, y la temperatura en el almacén suele ser inferior a cero grados Celsius, casi sin diferencia con la temperatura del entorno natural. Si la etiqueta autoadhesiva se almacena en este ambiente de baja temperatura, su fluidez adhesiva disminuirá drásticamente, lo que resultará en una fuerte disminución de la viscosidad.